Cerca de 20 millones de pesos en recursos de la Municipalidad de Teno fueron pagados a una consultora de gestión medioambiental para efectuar seguimiento a procesos abiertos en contra de empresas como Vínicas y Agrozzi ante hechos de contaminación. El problema es que ambas industrias eran asesoradas simultáneamente por el mismo proveedor.
Los contratos fueron firmados con la sociedad Riverambiente Consultores, integrada por Mónica Rivera Farías, ex directora regional de la Comisión Nacional del Medio Ambiente (CONAMA) de la Región del Maule, y por el empresario Fidel Aravena Zamudio, quien fue condenado en abril de 2018 por un delito tributario en perjuicio del Fisco, a raíz de una denuncia presentada por el Servicio de Impuestos Internos (SII) que le impuso una multa superior a los $80 millones.
Según los antecedentes que ya están en manos de Contraloría, la alcaldesa Sandra Valenzuela Pérez firmó cuatro tratos directos ininterrumpidos con Riverambiente entre los años 2017 y 2018, para certificar al municipio de Teno en prácticas amigables con el medio ambiente, además de ingresar «y dar seguimiento a denuncias, informes y pronunciamientos» en materia ambiental.
La primera compra directa fue autorizada en marzo de 2017 por un monto de $5.000.000 (cinco millones de pesos), continuando en octubre de 2017 por $4.000.000 (cuatro millones de pesos), en febrero de 2018 por $3.999.999 (tres millones novecientos noventa y nueve mil pesos) y en julio de 2018 por $6.667.000 (seis millones seiscientos sesenta y siete mil pesos).
Todos los informes emitidos por la actual directora de Obras, Claudia Gutiérrez, para justificar las adquisiciones, argumentaron que Riverambiente debía ser contratada por su «experiencia comprobada». Sin embargo, el portal de Mercado Público revela que la empresa, antes de vincularse con el municipio, no había prestado ningún servicio a organismos del Estado.
Los únicos servicios conocidos, y que la propia empresa informaba en su sitio web, tenían relación con el mundo privado: la bencinera Facaz (acrónimo de «Fidel del Carmen Aravena Zamudio»), Soler, CMPC del Grupo Matte, Industrias Vínicas S.A. y Empresas Carozzi S.A. (planta Teno), por mencionar algunos clientes.
DEL LOBBY A LAS DONACIONES
En agosto de 2014, la Superintendencia del Medio Ambiente (SMA) abrió un proceso contra Industrias Vínicas por superar los parámetros de sus residuos líquidos vertidos en el sector Los Lagartos de la comuna de Teno.
Posteriormente, en 2016, la directora de Riverambiente, Mónica Farías, se inscribió como lobista de Vínicas, manteniendo reuniones con el jefe regional del Servicio de Evaluación Ambiental (SEA), René Christen, para impulsar nuevos proyectos de la empresa en compañía del gerente de la planta Teno, Miguel Rivas, según consta en registros de la Ley de Lobby obtenidos por Teno Informado.
Cuando Riverambiente se involucró con el municipio de Teno para colaborar en el combate de la contaminación, el proceso de la SMA contra Vínicas aún no había concluido.
Algo parecido sucedió con Agrozzi, que enfrentó un proceso de la SMA en 2016 por evacuar aguas residuales sin tratamiento y en un punto de descarga no autorizado. Tal como arroja la información disponible en el Sistema Nacional de Información de Fiscalización Ambiental (SNIFA), cuando Riverambiente llegó a recibir dinero del municipio de Teno, el expediente sancionatorio contra Carozzi aún no estaba afinado.
En el caso puntual de esta última, lejos de actuar como una entidad fiscalizadora bajo los términos de sus contratos públicos, la asesora terminó gestionando donaciones directas de Carozzi al propio municipio.
Los informes de rendición contractual muestran que Riverambiente organizó dos reuniones de «funcionarios municipales» con el gerente de Agrozzi en noviembre de 2017. Luego, en abril y agosto de 2018, elaboró un «procedimiento de donaciones» que culminó con la entrega de «baldes con tapa para el Departamento de Salud» por parte de esa industria.
Finalmente, en noviembre de 2018, Riverambiente planteó que «en el marco del convenio que existe entre Empresas Carozzi, Planta Agrozzi de Teno y el Municipio», se comunicó «la necesidad de adquirir en el área de Salud, a través de su Director Sr. René Mellado… tambores plásticos, los cuales se encuentran en tramitación para ser entregados».
CONTRATO A MEDIAS
Según expuso Riverambiente en una sesión del Concejo Municipal de marzo de 2017 presenciada por sus integrantes Sandra Améstica, Paulo Donoso, Matías Díaz, Jose Luis Cáceres, Manuel Solís y Wildo Farías, el servicio más importante que dicha consultora prestaría se vinculaba con la certificación de la entidad en un sistema que busca integrar la orgánica, infraestructura, personal y procedimientos internos de los municipios a un modelo de gestión ambiental conocido como SCAM.
Los contratos visados por la alcaldesa también obligaban a Riverambiente a apoyar en la certificación de escuelas, «la elaboración de un diagnóstico ambiental municipal que permita levantar información local, la construcción de compromisos ambientales de gestión, la formulación participativa de una estrategia ambiental comunal» y «la constitución de un Comité Ambiental Comunal y un Comité Ambiental Municipal».
Según documentos revisados por Teno Informado, hubo una serie de deficiencias en el cumplimiento de esta labor.
Por ejemplo, en el mes de julio de 2018, el coordinador de Medio Ambiente del DAEM informó por correo electrónico a María José Moraga Alcaíno, profesional de Riverambiente, que solo una de las escuelas postuladas (Monterilla) había sido aceptada por la Seremi de Medio Ambiente. Lo cierto es que ninguna de ellas lo había logrado hasta ese momento.
Luego, en relación con la creación del Comité Ambiental Comunal (CAC), cuyo rol es asegurar la participación ciudadana, Riverambiente no incorporó en su interior a la Unión Comunal de Juntas de Vecinos de Teno (UNCO) ni al Comité del Medio Ambiente de Teno (COMAT), organización que precisamente registraba denuncias contra Vínicas y Agrozzi, los clientes de la consultora.
El incumplimiento más evidente dice relación con la ordenanza municipal de medio ambiente, cuya redacción debía estar lista, según contrato, en diciembre del año 2018. Cabe señalar que esta tarea solo fue retomada cuando otro profesional se hizo cargo de la unidad al año siguiente.
En 2019, respondiendo a una solicitud formulada por la Ley de Transparencia, la Dirección de Obras Municipales envió a este medio una copia digital de la ordenanza que Riverambiente alcanzó a tramitar, cuyo texto es prácticamente idéntico al modelo referencial que dispone el Ministerio de Medio Ambiente en su página web, salvo leves modificaciones.
Al año 2021, la ordenanza de medio ambiente no ha sido terminada ni promulgada por el Concejo Municipal.
Suma y sigue…
Por lo mismo que se
expone arriba,la Unión Comunal de JJ.VV. ha sido reacia a integrarse al CAC,ya que tenemos está y otras informaciones, acerca del tema y siempre hemos actuado solos pero de cara a la comunidad!