La evaluación del proyecto presentado por la empresa Licán Alimentos S.A. para trasladar su planta procesadora de sangre animal desde Maipú a Teno quedó pendiente luego de iniciada la hecatombe sanitaria del Covid-19.

Ante la contingencia, el Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) dictó numerosas resoluciones para congelar los plazos que tenían los titulares de proyectos para complementar la información presentada y responder observaciones formuladas en los procesos de participación.

Hace algunas semanas, avanzando con dicho trámite, Licán cumplió con remitir una primera «adenda» para zanjar las consultas realizadas por el municipio, los servicios públicos y organizaciones tales como el Comité del Medio Ambiente de Teno (Comat), respecto a asuntos que generan controversia: sus posibles olores molestos, cómo tratará sus residuos, entre otros.

El documento tiene cerca de 400 páginas y reitera que la industria implementará «mejoras» al proceso productivo que ya efectúa en la Región Metropolitana, evitando que existan impactos odorantes o emisión de «sangre en polvo», como reveló una denuncia publicada por este medio hace un par de meses.

También asegura que el agua residual, que cumpliría -según señala- todas las normas de salud, será descargada en el canal Endesa entre mayo y agosto, a diferencia de lo propuesto en la solicitud de autorización que fue remitida a la Sociedad Convento Viejo, la cual planteaba hacerlo entre abril y septiembre.

En lo que respecta a la eventual sinergia de olores provenientes de otras industrias, Licán explicó que la mezcla de ellos no sería necesariamente «una sumatoria, sino que el olor se modifica y puede aumentar, disminuir o variar la nota de olor».

«Estos efectos no son proyectables mediante modelos matemáticos. Esta es la razón principal por la cual el comité científico de olores europeo no acepta un instrumento (nariz electrónica) para medir la concentración de olor, sino que hasta hoy solo se acepta sea evaluado por personas», refirió.

Uno de los errores detectados en la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) es que la empresa omitió referirse a la compatibilidad de la iniciativa con el Plan de Desarrollo Comunal (Pladeco) años 2014-2018, citando una versión ya obsoleta.

En esta oportunidad, Licán reiteró que solo serán 11 los trabajadores fijos a contratar en Teno, y otros 5 indirectos, ya que el resto vendrá de Santiago. Además se comprometió a implementar un programa contra la pobreza en la Aldea Louis Letsch y los sectores de San Rafael y La Aurora, y dar $3 millones anuales al municipio para financiar proyectos de estudiantes.

La última palabra no está dicha aún, ya que ahora corresponde que el SEA y los organismos analicen la «adenda».

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