La Contraloría Regional del Maule dio a conocer en mayo de este año un informe de auditoría que revela cuestionables gastos en la Municipalidad de Curicó por una cifra total de $32.065.313 (ver aquí).

Según el documento, el alcalde Javier Muñoz autorizó en octubre del año 2018 la contratación de servicios de alojamiento, alimentación y arriendo del resort turístico Rosa Agustina de Olmué, para celebrar el Día del Funcionario Municipal, acto que no contó con el acuerdo de los concejales, como exige la ley.

«Sobre el particular, es dable señalar que la letra j) del artículo 65 de la ley N° 18.695 prevé, en lo que importa, que el alcalde requerirá el acuerdo del referido órgano colegiado para ‘Celebrar los convenios y contratos que involucren montos iguales o superiores al equivalente a 500 unidades tributarias mensuales, y que requerirán el acuerdo de la mayoría absoluta del Concejo'», detalla la investigación.

Se advirtió, además, que el proveedor «Administradora de Turismo Rosa Agustina Ltda.» recibió la suma de $7.088.235 (siete millones ochenta y ocho mil doscientos treinta y cinco pesos) por servicios de alimentación, lo que consideraba «comidas para 300 personas, sin embargo, según el listado de asistentes proporcionado por esa municipalidad, a esa actividad asistieron sólo 283 funcionarios, por lo que esa entidad edilicia pagó la suma de $401.667 por un servicio que no se prestó».

De esta manera, el ente fiscalizador dispuso al municipio devolver los $401.667 malgastados, ordenando regularizar una serie de anomalías de gestión interna, como la existencia de cuatro tratos directos no fundados, asociados a la festividad, que no contaron con resolución que los autorizara; falta de planes protocolizados para dar continuidad al servicio municipal durante el viaje, errores en la imputación contable de los gastos y omisiones de la Dirección de Control.

Finalmente, el organismo aclaró que no existe inconveniente jurídico para que las municipalidades, en general, puedan incurrir en los desembolsos que origine la celebración del ‘Día de los Funcionarios Municipales’, en orden a rescatar su contribución histórica al servicio público. Sin embargo, ello debe ser compatible con «las obligaciones que recaen sobre la máxima autoridad comunal, en cuanto a resguardar el patrimonio municipal, velar por la eficiente e idónea administración de los recursos públicos y por el debido cumplimiento de la función pública».

Añadió, en esa misma línea, que un alcalde siempre debe «ejercer un control jerárquico permanente» de sus subalternos, lo que «se extiende a la eficiencia y eficacia en el cumplimiento de los fines y objetivos establecidos, y a respetar el principio de probidad administrativa».

Por Matías Rojas

Periodista.

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