Una completa auditoría al proceso de recepción, custodia y entrega de medicamentos del Hospital de Teno efectuó la Contraloría Regional del Maule durante el año 2019.
La investigación, plasmada en el Informe Final N° 130/2019 (publicado en abril de 2020), detectó complejas deficiencias de stock, con 44 productos básicos no disponibles en la validación efectuada al mes de enero del año pasado.
Por otra parte, en su examen de cuentas, la Contraloría analizó «diferencias entre lo informado en el sistema ABAS y el conteo físico de medicamentos efectuado el día 4 de enero de 2019, denotando un faltante de 532 medicamentos, los que totalizan un monto de $139.188».
«El servicio deberá adoptar las acciones que corresponda a fin de resarcir el daño, reintegrando la suma objetada», concluye.
INFRACCIONES
El recinto hospitalario, en 2018, solo practicó dos inventarios a la bodega de almacenamiento de medicamentos e insumos, algo que infringe el propio manual de procedimientos del servicio, que dispone hacerlo «cada dos meses en ambas bodegas, a través de un acta de control por parte de finanzas y abastecimiento».
«Asimismo, lo expuesto no se aviene con lo previsto en el numeral 38, de la resolución exenta N° 1.485, de 1996, de este origen, en orden a que los directivos deben vigilar continuamente sus operaciones y adoptar inmediatamente las medidas oportunas ante cualquier evidencia de irregularidad o de actuación contraria a los principios de economía, eficiencia o eficacia», observó la Contraloría.
En el aspecto organizacional, la entidad reprochó que los funcionarios Jorge Soto Contreras, Jefe de Farmacia y Bodega y, doña Rosario Escudero Yavar, quien actúa como subrogante de éste, no hayan contado con pólizas de fidelidad funcionaria al momento de la inspección, transgrediendo la norma que obliga a los funcionarios públicos a cargo de recaudar, administrar o custodiar fondos o bienes del Estado, rendir «caución para asegurar el correcto cumplimiento de sus deberes y obligaciones».
En cuanto al área de compra y recepción de medicamentos «se evidenció una concentración de funciones de don Felipe Sánchez Román, toda vez que realiza labores de encargado de administración y finanzas» y «encargado de abastecimiento e inventario».
Lo anterior no se ajusta a una resolución que exige distribuir labores de autorización, tratamiento, registro y revisión de transacciones en personas diferentes, con el propósito de «reducir el riesgo de errores, despilfarros o actos ilícitos, o implementar controles que permitan reducir los citados riesgos», añade el documento.
SIN PROFESIONAL A CARGO
En torno al funcionamiento de la farmacia del Hospital, la Contraloría aseguró que existían horarios en los cuales no había un profesional químico a cargo, «debiendo la autoridad del servicio adoptar las medidas que procedan para dar cumplimiento a lo establecido en el artículo 129 A del Código Sanitario».
Ante esto, el director del Hospital San Juan de Dios, Fernando Lagos, indicó haber suscrito un contrato de honorarios para ampliar la cobertura. Sin embargo, los auditores advirtieron que ello no permitiría desvirtuar lo objetado, ya que lo establecido en el contrato se superpondría «con el horario informado por la encargada de personal en relación con el funcionario en comento».
Respecto a la carencia de 44 medicamentos en el arsenal farmacológico básico, el directivo argumentó que 17 de ellos ya han sido incorporados y que otros 14 han sido eliminados por «no ser ocupados» en el establecimiento. Aun así, el Hospital deberá, en lo sucesivo, «dar estricto cumplimiento a los principios de control y eficiencia establecidos en los artículos 3° y 5° de la ley N° 18.575».
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